Sam Long: "Si hubiese tenido la potestad, habría sancionado a veinticinco más"

"Estoy luchando por encontrar cosas positivas que decir. Siento que me estoy ahogando en la ira y la tristeza", así de claro era Sam Long en su cuenta de Instagram tras lo sucedido el pasado sábado durante la disputa del Campeonato del Mundo IRONMAN 70.3. "Me sentaré un poco antes de decir más específicamente", escribía el estadounidense en sus redes sociales.

La reflexión de Long ha llegado bastante rápido. Este miércoles por la noche, el de Trek subía a su canal de YouTube un nuevo vídeo dónde ha recapitulado sobre su paso por St. George, una cita que Long había fijado en su calendario como uno de los grandes objetivos del año.

Sam reconoce que nunca antes había estado tan emocionado por una carrera. "Tenía muchas ganas y unas sensaciones muy positivas", explica el que fuera plata en el Mundial de 2021. "A nivel mental estaba justo en el lugar adecuado". Y es que el de Zoot venía de ganar a IRONMAN 70.3 Gdynia, ser 4º en la Collins Cup y 3º en el PTO US Open. 

"No es que tuviera expectativas de ganar, aunque sí que pensaba intentarlo, porque lo que me importaba de verdad era el proceso. Quería venir, dar lo mejor de mí y ver de qué soy capaz". Sin embargo, una decisión arbitral le privó de ello.

Sam Long fue amonestado con una tarjeta azul en una acción que, pese a las explicaciones de IRONMAN, no ha dejado de levantar controversia. Fueron esos cinco minutos de Penalty los que le dejaron sin ninguna opción de demostrar su potencial.

La decisión ¿correcta?

El campeón de CLASH Miami reconoce que, en St. George, volvió a encontrarse nervioso antes de una carrera mucho tiempo después. Esas emociones han hecho que "lo que ha pasado sea aún más difícil".

El de Boulder sólo tuvo la oportunidad de probarse en el agua, donde ahora tiene la sensación de haber "avanzado bastante". Tras los 1.900 metros de natación, Long cree que hizo una buena transición y que tomó buenas decisiones.

Durante los primeros compases del ciclismo, rodaba junto Thor Bendix, a la postre 8º clasificado. El compañero de entrenamientos de Magnus Ditlev y Long rodaban muy fuertes en la bici -Thor marcó el 5º mejor parcial-, recuperando el tiempo perdido en la natación, cuando la carrera se torció.

"Las cosas se empezaron a poner complicadas: creo que había dos grupos delante, uno de cinco tíos y otro de cuatro. Entonces alcancé a un grupo de veinticinco o treinta y cinco personas y pensé 'esto va a ser una pesadilla”, recuerda.

En aquel instante, Long sólo tenía un objetivo: llegar a la delantera del grupo evitando una amonestación. "No quería ir rápido, ni hacer ninguna locura, ni alimentar mi ego… Solo quería llegar al frente siendo tan listo como fuera posible para no llevarme una penalización".

Sam se encontró con un escenario complicado. El grupo iba lento y cada vez se alejaba más de la cabeza de carrera. Era el momento de tomar una decisión: "Tenía elegir entre dejar a un lado mi ambición de ser campeón del mundo o llegar al principio y pedalear como sé que puedo hacerlo".

¿Realmente hubo infracción?

"Puede que cometiese una infracción, pero si hubiese tenido la potestad de penalizar habría dado otras veinticinco más", apunta el de Rudy Proyect. "En un grupo de 30 personas donde pasaban tantísimas cosas al mismo tiempo hubo muchas oportunidades para cometer infracciones técnicas", señala.

Sin embargo, fue Long quien salió mal parado. El de PowerBar recibió la primera penalización por drafting de su carrera. "No me acordaba del significado de los colores", recuerda. Fue entonces cuando tuvo que preguntar sobre la penalización al juez, quien le respondió que no discutiera.

"Una penalización de cinco minutos en un IRONMAN 70.3 supone el fin de la prueba", afirma el actual número #8 del Ranking Mundial PTO. En aquel momento, Sam llegó a pensar incluso en abandonar la prueba. Sin embargo, pudo digerir el mal trago y apostó por, al menos, terminar el segmento de bici "Quería usar toda esa furia para seguir adelante y superar a todos los que ya había superado antes".

Long no sólo llegó a la T2, sino que además decidió continuar en competición. La carrera a pie no arrancó más para el de ASICS, que recibía el apoyo constante del público. "Quería seguir adelante, pero el problema es que con todo ese enfado no podía respirar bien", recuerda.

Y es que Sam no pudo evitar "descarrilar" cuando se cruzó con la cabeza de carrera. "Los vi y no pude dejar de pensar que ese era el lugar al que aspiraba". Una sola vuelta al circuito fue suficiente para consumir al estadounidense, que se había hundido "una tristeza inmensa".

Cada PRO que me pasaba me decía “siento mucho lo de tu penalización, ha sido una mierda”. Sin embargo, aquello no sirvió de mucho. Finalmente, Long llegó a la meta de St. George. Lo hizo en 19ª, a más de 15 minutos de Kristian Blummenfelt. Un resultado muy lejos de lo soñado.

Caer y volver a levantarse

"He recibido golpes continuamente durante todo el año y he seguido levantándome, pero este ha sido uno de los más duros, porque nunca me he sacrificado como lo he hecho por esta prueba", asegura. Sin embargo, si algo ha demostrado Sam Long a lo largo de su corta carrera deportiva es una enorme capacidad para sobreponerse a los reveses del camino.

Sin duda, han sido días muy difíciles para un deportista que, tras trata de dar sentido a lo ocurrido, de culparse a sí mismo o a los demás en busca de una explicación que hiciera algún tipo de justicia, ha decidido que "lo mejor es seguir adelante".

Puede que 2022 no haya sido el mejor año para este triatleta de 26 años -27 en diciembre-, pero tampoco ha sido el peor y aún hay margen para encontrar buenas noticias. "El compromiso que le puse a la carrera me cambió como persona y el trabajo y el tiempo no se pierde. Me ha hecho más fuerte".

Por ello, Long ya tienes nuevos objetivos en mente: "Estaré en IRONMAN Arizona y todo apunta a que iré también a IRONMAN Indian Wells 70.30".

El llamamiento de Sam Long

En su cuenta de Instagram, Long ha querido lanzar una reflexión para toda la comunidad del triatlón. Dicen que no hay mal que por bien no venga, y parece que el estadounidense ha querido buscarle el lado positivo a lo ocurrido en St. George.

"NOSOTROS, la comunidad del triatlón, podemos usar mi sanción y otras sanciones injustas (hay muchas) para buscar un cambio, mejorar las carreras futuras y evitar que alguien más tenga una situación similar", ha escrito en su red social. "Las carreras han evolucionado y las reglas deben seguirse. Trabajemos todos juntos en esto para hacer un cambio positivo".