
¿Qué será capaz de hacer Julien Wanders en los 5K de Mónaco el próximo 17 de febrero?
Julien Wanders es un corredor suizo de 22 años más conocido por ser el blanco que entrena y vive entre africanos. Hoy es uno de los corredores más admirados del mundo gracias a un esfuerzo y tesón que pocos jóvenes a su edad pueden tener tan claros. Durante su etapa como estudiante, Julien Wanders se dedicó a investigar el dominio de los corredores kenianos, algo que le llevaría años después a tomar una decisión que cambiaría su vida a los 18 años. Cuatro años después, por fin empieza a ver resultados.
“Es una vida extraña”, cuenta Julien Wanders, a casi 6.000 kms de su casa, mientras respira aire puro a gran altitud en Iten, Kenya, donde ya se siente uno más en el grupo. “Pero hay que estar un poco loco para llegar a ser un buen corredor”, añade. “En cualquier deporte hay que inspirarse en los mejores, y en atletismo, los mejores son los kenianos y los etíopes, así que lo mejor es venirse aquí, ver qué están haciendo y aprender a ser campeones”.

Los resultados de una vida de sacrificio
Wanders fue octavo en el Campeonato del Mundo de Medio Maratón de Valencia del pasado año. En pista, fue séptimo en los 10.000 metros y octavo en los 5.000 metros en el Campeonato de Europa de Berlín disputado el pasado agosto. El 30 de diciembre batió récord de Europa en los 10 kilómetros en ruta con una marca de 27’25”, mejorando así su anterior récord europeo establecido en Durban el 14 de octubre con un registro de 27’32”.
Su entrenamiento está focalizado ya en la temporada 2019, siendo uno de sus primeros objetivos la media maratón en Ras Al Khaimah el 8 de febrero en los Emiratos Árabes. “Me gustaría batir mi récord (1h00’09) y por qué no el de Europa (59’32).”, ha dicho el suizo, que a la vista está que está en un estado de forma capaz de conseguir su objetivo en el año que entra.
Y también ha confirmado su presencia en Mónaco el próximo 17 de febrero para correr los 5 km Herculis de la Mónaco Run supported by Laureus. Su participación, como es de imaginar, es una de las grandes atracciones de la prueba para este año donde intentará, como ha dicho él mismo, buscar un buen crono. Recordemos que su marca en pista es de 13'24"79 (Berlín 2018). Veremos qué espectáculo nos depara en la ciudad francesa. Lo que está claro es que a tenor de sus entrenamientos y de las fotos que cuelga en sus redes sociales, el suizo está cada día más fuerte.
¿Quién es Julien Wanders?
Su viaje desde Ginebra hasta la ciudad con los mejores corredores del mundo, Iten, comenzó cuando Wanders tenía 17 años. Estaba en su último año de bachillerato y eligió como proyecto de fin de curso uno de los más relacionados con su verdadera pasión, la carrera. Por eso se centró en averiguar ¿por qué los kenianos dominan las carreras de resistencia?
El año anterior, Wanders había hecho su debut internacional en el Campeonato de cross de Belgrado, con un terrible dolor en el pie provocado por rotura en un hueso. Su posición fue la 54 en la prueba en categoría junior. Es la típica prueba en la que un corredor termina por hundirse del todo o dar lo mejor de sí mismo, y para Wanders fue el comienzo de una nueva etapa que todavía tiene por escribir.
“Algo pasó en mi cabeza”, dice. “Me concentré mucho después de Belgrado. Comía muy bien, solo me concentraba en entrenar, recuperarme y dormir mucho. Decidí que quería ser un atleta profesional”.
Wanders lleva practicando deporte desde los seis años, ha probado diferentes disciplinas, desde el salto de longitud hasta la jabalina, antes de decantarse por la carrera con 15 años. Con esta edad, la distancia máxima que había corrido eran 10 kms, pero cuando subió de distancia, su entrenador – Marco Jaeger- vio cuál era la verdadera vocación de Wanders. “Cuanto más larga sea la distancia, mejor me va”, dice.

El salto de Wanders a Kenia
Una vez terminado el colegio, Wanders se fue a Kenia a pasar un mes en altitud (2400m) y ver qué se cocía por allí. Tenía un contacto en Iten de un amigo y allí se fue hasta alcanzar un nuevo nivel de forma física. Pero estuvo a punto de caer en el sobreentrenamiento.
“Los primeros tiempos fueron muy duros. Hacía muy buenos entrenamientos, el problema es que no podía dejar ni un día por semana sin entrenar”.
Volvió a Suiza con el cuerpo machacado, pero su mente completamente renovada. Su mejor resultado en el campeonato de cross aquel año, y su mejor marca en 5.000m con 14:06.28 le ayudó a asegurarse financiación y un contrato como profesional, para poder mudarse a Iten durante todo el tiempo.
“Vi que todo era perfecto para mí, así que volví por más tiempo. La vida en Kenia es muy barata para el alquiler, lo único caro era el billete”. Pero renunciar a ir a la universidad para conseguir el sueño de entrenar en el Valle del Rift, ¿qué les parecería a los padres de Wanders? “Tuve que esforzarme para convencerles, quería que fuera a la universidad, pero les dije que no podía ser profesional haciendo las dos cosas. Ellos son músicos profesionales y saben muy bien lo que les decía. Tengo mucha suerte de que lo hayan entendido”.
Sin duda, una vida muy curiosa para alguien tan joven con las cosas tan claras. Ojalá le salga bien su apuesta. Es un atleta al que admiramos y respetamos profundamente desde aquí y que tiene todos los ingredientes para convertirse en el nuevo africano blanco.