¿Y si no hubiera que hacer series de velocidad en invierno?
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¿Y si no hubiera que hacer series de velocidad en invierno?

Tradicionalmente se ha relacionado el invierno con la fase del año en el que los deportistas de resistencia tienen que cimentar la base aeróbica en la que, meses después, sustentar el trabajo de intensidad.

Sin embargo, la urgencia de ver buenos ritmos en el pulsómetro nos lleva, en ocasiones, a olvidarnos de los ritmos lentos y ya desde las primeras sesiones del año incluir series de intensidad.

¿Es lo correcto? Alan Couzens, uno de los fisiólogos más reconocidos a nivel internacional y a quien citamos recientemente en un artículo sobre la variabilidad de la frecuencia cardíaca, ha hablado largo y tendido en su cuenta de twitter.

Deportista de larga VS Deportista sin base aeróbica

En un cuadro que analiza su consumo metabólico desde hace más de dieciséis años, el australiano muestra qué porcentajes de quema de grasa y cuántos de glucógeno consumía a distintas intensidades: fácil, ritmo, aeróbico intenso, umbral y trabajo de VO2Max.

"Como se puede ver, en mi zona de trabajo de umbral la quema de grasa se redujo a cero, mientras que cada minuto de intensidad me costó unas 20kcal de las reservas de glucógeno". Esto supone, a efectos prácticos, unas 1.200kcal/hora".

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Foto: Twitter // Alan Couzens

Para demostrar que en disciplinas de resistencia como puede ser el ultrarunning o el triatlón de larga distancia, Alan compara con los consumos de un triatleta especializado en distancia IRONMAN.

"Como podéis ver", escribe, "a pesar de que su umbral es más alto que el mío, seguía quemando 7kcal/min de grasa en su zona de umbral, es decir a pesar de trabajar más duro, solo le costaba unas 780 kcal/hora de sus reservas de glucógeno".

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Foto: Twitter // Alan Couzens

Teniendo en cuenta que el triatlón de larga distancia se lleva a cabo, entre participantes de categorías de grupos de edad, en Z1 y Z2, esto supone un gran éxito y un retraso considerable en la aparición de la fatiga.

"Cuando estaba tomándoselo con calma en la zona fácil, solo se costaba 5kcal/min de sus reservas de glucógeno (lo que se puede reparar con una simple bebida deportiva)".

"A mí me costaba el doble, y me llevaba a un mayor agotamiento".

La importancia de una base fuerte

Con las gráficas del triatleta y la propia como referencia, Alan se sirve para explicar la importancia de construir durante los meses de invierno una base sólida, y dejar para primavera el trabajo de velocidad.

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Foto: Envato Elements

"Puedes hacer mucho más con el mismo coste de glucógeno", explica, además de poder "acumular más entrenamientos fáciles sin agotar más el sistema".

En este contexto, el gran beneficio en el corto plazo es obvio: "puedes recuperarte mucho más rápido", lo que permitirá que lejos del sobreentrenamiento, continúes con la planificación sin tener que tomar tantos días de descanso.

Desde este planteamiento, el trabajo de estos meses de invierno parece claro: trabajar en Z1 y Z2 y evitar las ganas de ver en el reloj tiempos más rápidos. Recuerda lo que decíamos hace unas semanas al hablar de las ventajas de entrenar lento: incidimos en las adaptaciones centrales, que harán que generen beneficios en las tres disciplinas del triatlón, aunque solo las llevemos a cabo.

" Un entrenamiento de bicicleta por debajo del umbral aeróbico nos servirá para cuando corramos también o cuando estemos en la piscina entrenando la natación" explicaba JuanP Vázquez en un vídeo en nuestro canal de youtube al respecto.

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