
Soy francés, ¿en qué triatlón quieres que te gane?
Sin caer en el chauvinismo, hubo un tiempo, no muy lejano, en que ser deportista español era sinónimo de éxito: las selecciones de fútbol y baloncesto, nuestros tenistas, la Triarmada, Fernando Alonso... Nombres que llevaron a acuñar aquella frase, tan manoseada, de "soy español, ¿a qué quieres que te gane?".
En 2023, y centrándonos en el triatlón -y da igual la distancia-, este dominio tiene acento francés. Más allá de nombres a los que hemos venido acostumbrándonos a lo largo de los últimos años como el de Vincent Louis, Leo Bergeré o Dorian Coninx, ha irrumpido una nueva generación de deportistas que fin de semana tras fin de semana se hacen con la victoria en pruebas del calendario de la PTO.
Un dato estadístico: tras Estados Unidos, que en categoría masculina cuenta con siete deportistas dentro del TOP50 del ranking de la PTO, Francia es el segundo país con más triatletas bien clasificados. Hasta seis. Ninguna otra nación es capaz de igualar estos números.
Un pequeño resumen: Sam Laidlow, que ayer tuvo que retirarse en IRONMAN Lanzarote, venía de hacerse con el triunfo en Anfi Challenge Mogán Gran Canaria el pasado mes de abril, tras lograr la segunda plaza en el Campeonato del Mundo de IRONMAN.
Mathis Margirier, que quedó segundo en Gran Canaria, se hacía ayer con el triunfo en The Championship.

Hace solo unos días, Clement Mignon ganaba el título de Campeón del Mundo de triatlón de Larga Distancia a principios de mayo.
Hay más nombres: Arthur Horseau, compañero de entrenamientos de Laidlow, se hacía este fin de semana con su primer triunfo en el circuito internacional. Fue el primero en cruzar la meta en Lanzarote. Junto a él, tenemos un nombre como el de Leon Chevalier, que más allá de su triunfo en IRONMAN Sudáfrica hace unas semanas, siempre está entre los primeros puestos en cualquier competición de larga en la que toma la salida.
Denis Chevrot, que no ha debutado aún en 2023, se hizo con la victoria en IRONMAN Frankfurt en 2022 y rozó el podio en la primera edición de IRONMAN Israel.
El trabajo de base de tener la liga más potente
En España es habitual el debate de si se es PRO o se es élite. La gran diferencia radica en el tiempo que se puede dedicar al entrenamiento y la mejora. Si a nivel nacional apenas tenemos ejemplos -Sara Pérez, Pablo Dapena o Gurutze Frades-, en Francia la estructura de equipos facilita que despunten estos nombres.
En el caso de Mathis Margirier, por ejemplo, que defiende los colores del Metz, Antonio Benito recordaba su pasado dentro de la liga francesa de duatlón, donde se había hecho con importantes títulos. Sam Laidlow o William Mennesson crecieron defendiendo los colores del Monaco.
De hecho, dado los fondos con que cuenta el Grand Prix francés es habitual ver a nombres españoles viajando a competir. "Fichan a españoles porque tienen tres divisiones y les falta gente", cuenta Jaime Menéndez de Luarca al hablar del tema.
La diferencia en la gestión de los menores
Ahora mismo un menor en España tiene limitado la tipología de pruebas en las que puede participar, algo que no ocurre en Francia. Esto invita a que la corta distancia que se evite. Esto se debe a que tiene menos beneficio económico para los deportistas.
En nuestro país, sin embargo, participar en pruebas de media y larga distancia como PRO es mucho más complicado. Hay legislación que impide competir de tú a tú con los adultos. De esta manera, los nuestros llegan a las distancias en las que hoy por hoy están los patrocinadores y el dinero más tarde. Este problema conlleva que el desarrollo deportivo sea menor.

La Bundesliga, un caso similar
Este apoyo económico a la base funciona. Y no solo lo demuestra Francia. Alemania, que tradicionalmente ha contado con su Bundesliga, cuenta con cuatro nombres entre los cincuenta primeros clasificados: Frederik Funk, Floriant Angert, Patrick Lange y Sebastian Kienle. De facto serían cinco, ya que Jan Frodeno ahora mismo apenas puntúa ya que ha estado un año parado.
Igual que en el caso de Francia, un importante número de españoles han viajado a tierras alemanas a competir: Roberto Sánchez Mantecón, sin ir más lejos, ha sido uno de los que con más frecuencia ha defendido los colores de clubes alemanes.
¿Es un modelo exportable a España?
Debería. Aunque ya hay clubes que han demostrado que se puede apoyar financieramente a sus deportistas -casos que pelean por los títulos-, quedaría pendiente el aspecto legislativo: ¿por qué tener que pasar por el proceso de la corta distancia? Instituciones, clubes y deportistas están obligados a entenderse en un panorama, en el que el salto es cada vez antes.