La empresa española presenta su nuevo rodillo para la temporada 2021/2022 con un incremento de potencia que alcanza los 2.500 vatios
Oreka lo ha vuelto a hacer. La firma vasca ya tiene lista la nueva versión de su rodillo Oreka O5 RC, un aliado perfecto para el ciclismo indoor con unas características únicas. De cara a la nueva temporada, Oreka ha elevado la potencia del rodillo hasta los 2.500 vatios, un plus más que interesante para los usuarios más exigentes.
Antes de entrar en materia, hay que explicar el origen del nombre. Las siglas RC corresponden a la 'R' de Remoto y 'C' de Cadenciómetro, y es que el Oreka O5 RC cuenta con una conectividad total para que no se escape ningún dato.
Compatible con todos los simuladores del mercado
El rodillo Oreka O5 RC dispone de conectividad vía Bluetooth y Ant+, lo que garantiza el perfecto envío de los datos a cualquier dispositivo.
Con el nuevo Oreka O5 RC los usuarios podrán enlazar cualquier reloj GPS y podrán pedalear en los simuladores más populares. Bkool, Zwift y Rouvy son compatibles con el rodillo de la firma guipuzcoana.
Foto: Oreka Training
Aplicación propia para un funcionamiento perfecto offline
El hardware propio de Oreka permite trabajar con el rodillo de forma autónoma sin internet y recopilar datos de vital importancia como la velocidad de pedaleo, controlar la resistencia del mismo o cronometrar la sesión. También es compatible con pulsómetro para incluir datos de frecuencia cardíaca.
A través de esta APP se realizan las tareas de mantenimiento y actualización del rodillo a través del firmware propio de Oreka Training.
Sensación de pedaleo muy realista
Si por algo se define este modelo Oreka O5 RC es por la tecnología Ergodynamic que lo sitúa como uno de los más realistas del mercado.
Se trata de un sistema que traslada el balanceo del pedaleo en carretera al entrenamiento indoor: permitiendo al ciclista que se levante de la bicicleta sin problema, realice aceleraciones o incluso dispute sprints con sus amigos.
Ese balanceo que permite el diseño y la estructura del rodillo garantiza la total seguridad tanto de ciclista como de la bicicleta, que no sufrirá daños al realizar dichos esfuerzos.
Foto: Oreka Training
Sin cables ni necesitad de corriente eléctrica
Sí, lo que estás leyendo. No tendrás que enchufarlo a la corriente, así que se puede usar en el último rincón del mundo. Lo convierte en un rodillo perfecto para calentar antes de cualquier prueba que vayamos a disputar.
El rodillo de entrenamiento funciona sin enchufar gracias al motor de imanes permanente. Este motor, junto al volante de inercia y los elementos electrónicos se configuran para generar energía a partir del movimiento.
Con ruedas para poder moverlo sin problemas
La tecnología Compact permite plegar el bastidor del rodillo y almacenarlo sin problemas. Además, el Oreka O5 RC cuenta con ruedas y un sistema 'trolley' similar al de cualquier maleta, así que podrás trasladarlo por casa sin hacer apenas ruido.
La empresa española presenta su nuevo rodillo para la temporada 2021/2022 con un incremento de potencia que alcanza los 2.500 vatios
Oreka lo ha vuelto a hacer. La firma vasca ya tiene lista la nueva versión de su rodillo Oreka O5 RC, un aliado perfecto para el ciclismo indoor con unas características únicas. De cara a la nueva temporada, Oreka ha elevado la potencia del rodillo hasta los 2.500 vatios, un plus más que interesante para los usuarios más exigentes.
Antes de entrar en materia, hay que explicar el origen del nombre. Las siglas RC corresponden a la 'R' de Remoto y 'C' de Cadenciómetro, y es que el Oreka O5 RC cuenta con una conectividad total para que no se escape ningún dato.
Compatible con todos los simuladores del mercado
El rodillo Oreka O5 RC dispone de conectividad vía Bluetooth y Ant+, lo que garantiza el perfecto envío de los datos a cualquier dispositivo.
Con el nuevo Oreka O5 RC los usuarios podrán enlazar cualquier reloj GPS y podrán pedalear en los simuladores más populares. Bkool, Zwift y Rouvy son compatibles con el rodillo de la firma guipuzcoana.
Foto: Oreka Training
Aplicación propia para un funcionamiento perfecto offline
El hardware propio de Oreka permite trabajar con el rodillo de forma autónoma sin internet y recopilar datos de vital importancia como la velocidad de pedaleo, controlar la resistencia del mismo o cronometrar la sesión. También es compatible con pulsómetro para incluir datos de frecuencia cardíaca.
A través de esta APP se realizan las tareas de mantenimiento y actualización del rodillo a través del firmware propio de Oreka Training.
Sensación de pedaleo muy realista
Si por algo se define este modelo Oreka O5 RC es por la tecnología Ergodynamic que lo sitúa como uno de los más realistas del mercado.
Se trata de un sistema que traslada el balanceo del pedaleo en carretera al entrenamiento indoor: permitiendo al ciclista que se levante de la bicicleta sin problema, realice aceleraciones o incluso dispute sprints con sus amigos.
Ese balanceo que permite el diseño y la estructura del rodillo garantiza la total seguridad tanto de ciclista como de la bicicleta, que no sufrirá daños al realizar dichos esfuerzos.
Foto: Oreka Training
Sin cables ni necesitad de corriente eléctrica
Sí, lo que estás leyendo. No tendrás que enchufarlo a la corriente, así que se puede usar en el último rincón del mundo. Lo convierte en un rodillo perfecto para calentar antes de cualquier prueba que vayamos a disputar.
El rodillo de entrenamiento funciona sin enchufar gracias al motor de imanes permanente. Este motor, junto al volante de inercia y los elementos electrónicos se configuran para generar energía a partir del movimiento.
Con ruedas para poder moverlo sin problemas
La tecnología Compact permite plegar el bastidor del rodillo y almacenarlo sin problemas. Además, el Oreka O5 RC cuenta con ruedas y un sistema 'trolley' similar al de cualquier maleta, así que podrás trasladarlo por casa sin hacer apenas ruido.
Las diez primeras etapas dejan un escenario abierto entre varios de los favoritos aunque con la sensación de que Egan Bernal es el que está más fuerte.
Aunque la baja de Mikel Landa por esa durísima caída nos dejara helados, la primera gran vuelta por etapas de 2021 está siendo altamente disfrutable. Ahí van nuestras cinco claves de la prueba en la primera semana y media.
Ineos ha vuelto
Es verdad que tuvieron la mala suerte de perder a Pavel Sivakov por caída, pero el equipo está demostrando gran entereza en todo momento. Ganna y Castroviejo han cogido galones y están tirando del equipo tanto en llano como cuesta arriba.
Para el recuerdo quedará la imagen de ver a los siete integrantes del equipo británico escapados en un abanico improvisado que montaron casi sin darse cuenta. Abrieron hueco en una zona que picaba hacia arriba y se quedaron solos, tremenda exhibición de fuerza.
Escabechina brutal de Ineos en el #Giro aprovechando una carretera descarnada, el terreno accidentado, la lluvia y el viento. Estamos viendo unos kilómetros de ESPECTÁCULO del bueno. Van a llegar a la subida final 4 gatos y con mucho desgaste pic.twitter.com/Uovmnam2zS
— Amantes del Ciclismo (@amantes_cycling) May 13, 2021
Remco Evenepoel es cosa seria, poca broma
El belga de 21 años no está sobrevalorado. Después de despeñarse el pasado año y pasar un tiempo en el dique seco, el ciclista de Deceuninck está para grandes cosas. Aunque camina en un perfil bajo y sin atacar, sin grandes alardes está segundo a 14 segundos de Egan Bernal.
Por el momento está aguantando bien en montaña y si mantiene esta ventaja, se le presupone más potencial sobre la cabra que a sus rival. Es muy joven y la carretera dirá si puede pelear por el Giro, pero sus primeros diez días son prometedores.
Bernal vuelve a ser el Bernal del Tour de 2019
El ciclista de Zipaquirá dejó un borrón en el Tour del año pasado y no pudo pelear por defender la corona. Una lesión en la espalda le privó de luchar contra Pogaçar y en este 2021 eligió el Giro para intentar volver a su nivel.
Pues bien, en estas etapas ha demostrado que es un ciclista enorme. Ha atacado siempre que ha hecho falta y ha demostrado buenas piernas en todo momento. Es el gran favorito y su victoria en el sterrato le ha servido para vestirse de rosa. Bernal es otra vez Bernal, pero necesita más algo más de tiempo si quiere llegar tranquilo a la crono de Milán.
Peter Sagan, insaciable
Dicen que ya está mayor y que ya no es lo que era. Y ya quisiera cualquiera estar en un declive como el que está sufriendo Peter Sagan. Es único y capaz de aprovechar cualquier resquicio para ganar al sprint cuando nadie lo espera.
La retirada de Caleb Ewan le abrió la puerta de la victoria y pensó aquello de "ave que vuela, a la cazuela". En la meta de Foligno ganó un sprint como los de antes, de esos en los que pueden ganar casi todos, pero no, ganó Sagan.
Foto: Jacques Boissinot // The Canadian Press
El Giro es la carrera más salvaje
El sterretato en el que ganó Bernal, la lluvia intensa de la cuarta etapa en la que vimos a Landa atacar, los ciclistas con chubasquero y abrigados hasta los dientes. No tendrá la grandeza del Tour de Francia, pero el Giro es una carrera singular y pura.
Y aún nos quedan cuatro etapas de alta montaña y la crono final, casi nada.
Nos adentramos en el interior de Galicia para viajar a una puerto de montaña que Javier Gómez Noya ha subido en infinidad de ocasiones. Hablamos de la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda, en Ourense.
El Capitán nació en Suiza, de pequeño se trasladó a Ferrol y terminó creciendo en Pontevendra, sin embargo su puerto de montaña favorito está en otra provincia gallega, la única sin salida al mar. En el macizo central orensano encontramos este coloso con el que Gómez Noya tiene una relación especial.
"Voy a barrer para casa, para Galicia, me gusta mucho Cabeza de Manzaneda, estuve allí entrenando hace algunos años", nos cuenta desde México el ganador de Challenge Cancún. Exactamente fue en 2013 cuando Javi se concentró en aquella montaña.
El motivo de aquella expedición fue preparar las series mundiales de Kitzbühel en Austria. El recorrido ciclista por el Tirol metía un puerto y Gómez Noya quiso reforzar su bici metiendo algo de altura. Fue el primer año en el que Javi comenzó a trabajar con Carlos Prieto.
"Es un puerto duro, tiene algún descansito y tiene muy buenas vistas, es un puerto que me gusta mucho", explica el embajador de Banco Santander sobre una subida larga en la que puedes estar más de 25 kilómetros ascendiendo sin parar.
Un coloso desde Puente Bibei
El calentón más largo que uno se puede dar en esta montaña empieza en la localidad de Ponte Bibei, a unos 300 metros sobre el nivel del mar. De ahí en adelante, todo subida.
Según las altimetrías, desde ese punto, el ciclista se enfrenta a 30 kilómetros de repechos de diferente exigencia. Comenzando por unos kilómetros bastante tendidos hasta Manzaneda y complicándose la cosa a la altura de Paradela, a 900 metros de altitud.
El puerto acumula rampas del 12 y 15%, pero como nos decía Javi, tiene descansos y eso es muy agradecido para el ciclista/triatleta. Las bonitas vistas del valle conforme se va ascendiendo, bien merecen la pena después de semejante calentón.
En el tramo final se endurece, ahí aparecen los remontes y los telesillas de la estación invernal y se empiezan a ver las antenas que coronan la cima. En definitiva, más de 1500 metros de desnivel en el que posiblemente es el puerto más largo y exigente de Galicia.
¿Cómo llegar a Cabeza de Manzaneda?
Si viajamos desde el sur, la mejor manera de llegar es a través de la A-52 que se coge a la altura de Benavente (Zamora) y tomar la salida en A Gudiña.
Desde el norte, otra manera de llegar es cogiendo la N-120 que viaja desde Ponferrada y a la que se puede acceder desde la autovía A-6.
Uno de los puertos en los que más disfruta Javier Gómez Noya. Foto: Instagram
Desde tiempos inmemoriales, la primera semana de septiembre, se celebra la batalla del lago de Banyoles, la que decide la guerra.
A lo largo del año, el ejército verdinegro de triatletas de Cerdanyola, se había enfrentado con valentía y coraje, en batallas, escaramuzas y duelos, con ejércitos de triatletas de regiones vecinas. Sin embargo, los resultados fueron dispares, y la guerra estaba aún por decidir. Los puestos de ascenso a la primera división no tenían aún dueño.
El ejército verdinegro movilizó sus tropas, casi por entero, aún con las numerosas bajas sufridas en batallas anteriores, a la localidad gerundense de Banyoles. Siendo como era, la última de las batallas, la definitiva, cada hombre y mujer decidieron ofrecerse para ayudar en lo que cada uno pudiera. Desde sabios y reposados magos celtas, veloces e intrépidos exploradores, aguerrida infantería, poderosa caballería de combate, bellas hechiceras, y al mando, el comandante en jefe, general de mil batallas pasadas.
El campo de batalla
El campo de batalla es ya de sobras conocidos por los anónimos soldados, que enfundados en los coloridos uniformes de sus respectivas casas iban acercándose, en sus monturas, a la zona de boxes. En el año XXX, la batalla naval y las carreteras habían sido modificadas respecto a ediciones anteriores. Unifican el circuito de guerreros de élite con el resto del grueso de las tropas, en el agua, se realizan dos vueltas a un circuito cuadrado, saliendo desde el Club Nàutic Banyoles.
Sector natación. XXX Triatló Catalunya
La bicicleta también varía respecto al año anterior, son dos vueltas a un circuito muy fácil. Ir hasta Esponellà y volver. El circuito es fácil en cuanto a que se circula en un sentido y se vuelve por la misma carretera, lo que permite reconocer el terreno. Sin embargo, se trata de una carretera estrecha, con tramos de bajada pronunciada cuando se acerca a Esponellà, en los que unos conos y hombres de las tropas del rey en medio de la carrera hacen de límite entre los que van y los que vienen. Es un circuito peligroso, los grupos están permitidos y son de fácil formación, e ir cruzando grupos numerosos en una carretera de curvas estrechas es ir aumentando las posibilidades de tener una partida de morros masiva. A poco que un electrón loco se aleje ligeramente de la órbita del núcleo, y trace un poco más largo, monta una escabechina de muy padre y señor mío.
Es justo decir, que durante toda la batalla, no presencié ningún incidente más allá de los continuos sustos por circular como cuadrigas romanas desbocadas.
Sector Ciclismo. XXX Triatló Catalunya
Desnivel sector ciclismo. XXX Triatló Catalunya
El tramo final a pie, dos vueltas, se mantiene inmutable respecto a otros años. Dos vueltas por un circuito que mezcla asfalto, tierra y césped, en el que el tramo final transcurre por un sinuoso recorrido de curvas bastante molesto, pero que facilita a los espectadores ver cómo se van despellejando los soldados en los últimos compases de la batalla.
Las armas estan listas, los uniformes relucientes. El ejercito de Cerdanyola se reúne una última vez, la consigna está clara, la lucha será hasta el final y, si conviene, será a muerte.
La batalla
Nos dirigimos, cada uno consciente de sus posibilidades, a la línea de salida. Los guerreros de élite salen unos minutos antes. Nuestro ya legendario explorador Garanto saldrá con ellos. Con instrucciones muy precisas de la sección de inteligencia y datos, comandada desde la sombra por el capitán Gabri. La élite sale. Cómodos ellos, poca gente, espacio, batiéndose en duelo, pero sin el fango que ensuciará nuestras botas. Son caballeros de guante blanco y brazada fácil. Los vemos alejarse, con un punto entre admiración y desdén. Qué sabrán ellos de darse de ostias hasta la primera boya.
La chusma vamos detrás. La juez suprema decide retrasar aún más la prueba, por una caprichosa voluntad, por tocar los cojones al personal o como muestra de autoridad. Aquí estoy yo. Y ahora los que estéis en el agua, os salís. Y ahora volvéis a entrar. La salida es desde el agua, desde detrás de una corchera, a la que hay que darle un bocado para salir ya con sabor a sangre en la boca.
Entre la élite y la chusma, han salido las chicas. Que en nuestro ejército, es como decir que han salido delfines. Las hechiceras se deslizan por el agua con gráciles movimientos, fluyen por entre el líquido elemento con una eficiencia que no tiene igual. Los hombres, sin embargo, intentamos avasallarla, doblegarla con golpes y fuerza bruta. Pero no hay fuerza posible contra el tridente de Neptuno. Y allá vamos. No contentos con ser ineficientes hasta extremos absurdos, decidimos matarnos entre nosotros. El vencedor no es el que llegue antes. Es el que llegue vivo. Salimos todos juntos, y como tanto nos amamos, me abrazan varias veces, me hacen cosquillas en los pies y me dan afectuosos coscorrones. Las boyas están cerca, se ven, el lago no tiene olas, así que no se da esa aleatoriedad en la que uno decide mirar, y ve ola; decide mirar y ve salpicaduras; decide mirar y finalmente ve la boya.
A partir de la primera boya, se puede decir que la cosa se espacia, los soldados van buscando su espacio, saben que la batalla es larga, que el agua es importante, y que no conviene retrasarse demasiado. Nadamos como en un banco de peces, pero respetando las distancias. Se estabilizan las pulsaciones, no brilla el sol, ni cantan los pájaros, pero nos vamos sintiendo a gusto. Esto ya ha empezado. Y así iba yo, soldado de baja estofa, infante de pie ligero recién ascendido a dragón de caballería. Disfrutando. En la tercera boya, de vuelta otra vez a la primera, los soldados de élite, que nos llevan ventaja, deciden pasarme por encima. Me sacan un par de metros de mi trayectoria hasta que me doy cuenta de lo que ha pasado, aturdido por los golpes y con un borbotón de mecagoentusmuertos aflorándome por entre los labios.
Salgo del agua, miro el cielo, por la posición del sol sé que he nadado en 26min51seg, para unos 1 700m finales, que cálculo triangulando entre árboles. La primera impresión es que ya voy perdiendo la batalla desde el inicio. ¿Cuantas veces se cree uno que ha nadado más rápido de lo que dicen después sus tiempos? ¿Siempre? Como un pez fuera del agua, boqueo al máximo para llenar mis pulmones de oxígeno, bajo el ritmo para recuperar pulsaciones, cuando noto que el vació se hace detrás de mí, y que una exhalación verdinegra pasa por mi lado. El comandante en jefe, MMorales, perro viejo de mil batallas, sabe que no hay detalles que descuidar e interrumpe mi breve respiro, exhortándome a seguirlo en una carrera loca por la alfombra azul, a ritmo de serie de Mo Farah. Decido no reventar mi sistema cardiorespiratorio, a ver si puede aguantarme unos años más antes de cambiarlo. Unos metros serán suficientes.
El dragón por delante del comandante en jefe
Como se que el mundo está plagado de incrédulos y desconfiados, aquí tenéis la prueba. Entre estas dos fotos apenas han transcurrido 30 miserables segundos. Y el comandante ya me sacaba de decenas de metros. Su cara demuestra que estaba disfrutando al máximo del fugaz momento.
El comandante por delante del dragón
Entramos a buscar nuestras monturas, mi negro Bucéfalo me espera paciente. Es precioso. Tan negro, tan musculoso. Piafando salimos de las cuadras intentando no perder la figura de nuestro comandante. Bucéfalo y yo nos entendemos a la perfección, y me subo a él en marcha, sin impacto violento en los cojones. En unos metros, doy alcance al jefe de los arqueros, Àlex, el primero en salir del agua de nuestro ejército de chusma. Entre los guerreros de élite, el explorador Garanto, haciendo gala de su habitual gallardía y extraño fetichismo, se juega el infarto de miocardio por unos pies, saliendo del agua en 24min48, en la posición 88.
El arquero no puede seguir el ritmo de mi Bucéfalo y me despido avistando ya a nuestro comandante, unos metros por delante. Organizamos un batallón multicolor, unidos únicamente por el momentáneo interés de volver a Banyoles cuanto antes. Ni mi comandante ni yo escatimamos esfuerzos liderando el grupo, y haciendo que los soldados agachen su cabeza, buscando con su mirada perdida esos gramos de aliento y fuerza que necesitan para no ceder terreno.
El dragón comandando el batallón. Fuente: Triatletas en Red
Si en alguna ocasión habéis tenido la oportunidad de ver al ejercito de Cerdanyola en acción, sabréis que es difícil contemplar estampas tan majestuosas, con el refulgente verde de esos tirantes sexies que insinúan pero no dejan ver, ese negro que oculta paquete, y con nuestra querida senyera bordada en hilo de oro y carmesí.
La batalla en bicicleta está servida, los arreones son de aúpa, pero no son violentas traiciones al orden del grupo. La virgen hace presencia en algún momento para comentarnos que no, que hoy no moriremos por un plato de 52 dientes atravesando nuestra garganta. Lo digo aquí, una y otra vez, y no me canso de gritarlo en cuanto tengo oportunidad. El que adelante por la derecha en un pelotón de triatletas desbocados, es subnormal.
Temiendo que mi comandante decidiera prescindir de mí en la carrera a pie, me sitúo en las primeras posiciones del grupo a la llegada de nuevo a las cuadras para dejar nuestras monturas. Descabalgamos en marcha, unos 15 soldados en apenas unos metros cuadrados. Otro buen momento para tirar por la borda años de ortodoncia.
Hemos viajado, según el cálculo del vuelo de los pájaros, a 36.6 km/hora, por un circuito con 300m de desnivel, para una distancia total de 39.40km.
Voladoras en los pies y visera para protegerme de miradas y ocultar el sufrimiento. Porque sol, lo que se dice sol, no. Recojo la droga que me queda, un buen surtido de taurina nunca viene mal cuando la primera línea tiene que abandonar el refugio de las trincheras para enfrentarse al fuego enemigo.
La batalla ya se está perfilando, es en estos compases cuando el grupo de mando, externo a la batalla, cobra su importancia. Un mensaje en clave, vociferado desde las vallas, me avisa de que nuestro explorador Garanto se encuentra malherido y corre por entre el bosque, a duras penas, unos minutos por delante de mí.
Adentrarse en el bosque de Banyoles no está exento de riesgos, el ritmo es alto, los soldados van cayendo bajo el fuego de su propio cansancio, y el resto del mundo se va desvaneciendo mientras nos aislamos cada vez más, dentro de nuestro propio cuerpo, buscando encontrar la mejor versión de nosotros mismos.
El grupo de mando, me vuelve a informar, al final de la primera vuelta, el ritmo es bueno, vamos a 3:50 min/km, según el movimiento de las hojas al pasar. Han localizado al enemigo, no pueden entrar delante nuestro, el orgullo y las posiciones de primera están en juego. Eso y el forro de mis pelotas, con el que Txema me amenaza con hacerse un bolso cruzado, de macho a la moda.
Quedamos tan pocos y estamos tan lejos los unos de los otros, que apenas me cruzo con compañeros, con soldados amigos. Algunas chicas, que van batiéndose el cobre, como la increíble Belén Hidalgo, que a la postre quedaría en 14º lugar absoluto en la clasificación femenina. O el delfín Irene, más incómoda en el tramo a pie que en el agua. También podemos cruzar, trozos de palabras entre jadeos, con el espigado y siempre afable Josué.
El final ya se acerca, y en los últimos metros supero a mi mortal enemigo, en un cambio de ritmo rastrero y vil, digno de la peor comadreja, pero mira chico…
Apretando el culo
En meta me reúno con nuestro héroe en ciernes, Garanto, herido, pero feliz de haber contribuido a la victoria. Y con el comandante MMorales, que cierra el terceto que puntúa en la particular batalla. El resto de soldados de Cerdanyola van llegando también, no tenemos ninguna baja, cada uno ha dado lo mejor de sí mismo, bajo el paraguas de un objetivo común.
¿Oh? ¿Dije victoria? Sí, victoria. Porque hemos ganado la guerra. La que decidimos ponernos como objetivo. Ya somos un equipo de primera.
El pasado sábado 15 de agosto se celebró la XXII edición de la Marcha cicloturista internacional Pedro Delgado, más conocida por todos nosotros como "La Perico". Reconozco que este año me ha dolido no poder correrla, pero es lo que tiene no inscribirte hasta primeros de agosto, que te quedas sin dorsal. Para mí es un clásico de los que hacemos bici en Madrid, 165 kms en los que se suben los puertos en los que estamos acostumbrados a entrenar todos los fines de semana los madrileños, pero ese día es especial. Para los que no la conozcáis, aquí os dejo el perfil: Navacerrada, Morcuera, Canencia y Navafría.
Crónicas de carreras y competiciones solemos leer muchos días en primera persona, pero no todos los días contamos con el punto de vista de la organización de un evento de estas características. Llevamos un año en el que se han suspendido varias pruebas de triatlón el día anterior. Queda claro que no es fácil organizar una prueba deportiva. La Perico es una marcha en la que nada queda en manos de la improvisación. Llevo participando varios años en ella y siempre ha salido a la perfección.
Pedro Delgado en el homenaje en La Perico al GIN MG Orbea, equipo con el que logró su primera victoria en la Vuelta a España 1985
10 Preguntas a la organización de "La Perico" de la mano de José Carlos Valero
1. Este año es el primero que me quedo sin dorsal, ¿cómo ha ido evolucionando el número de inscritos a esta clásica de verano desde su primera edición en 1994?
En 1.998 hubo 1.475 participantes, no tengo datos de las primeras ediciones. Ha sido estable en esas cifras hasta 2008. Ya en 2009 la cifra fue superior a 1.800, y el pasado año se sobrepasaron los 2.100. Este año el cupo máximo era de 2.200 participantes y se ha alcanzado quedándose mucha gente en lista de espera (como Ana).
2. Desde el punto de vista de organización, ¿cómo os afecta que cada año haya más participantes? Imagino que no será una cuestión sólo de número, sino que habrá que tener en cuenta un montón de cosas.
Efectivamente. Hay que tener en cuenta muchas cosas, como avituallamientos, comida de fin de carrera, medios humanos, seguridad de los ciclistas, mayor control. Hemos limitado el número de participantes porque creemos que nuestra infraestructura actual no tiene mayor capacidad. Si queremos seguir con la calidad que creemos ofrecer en la La Perico, no deberíamos sobrepasar en ningún caso esa cifra. Con independencia de que otros factores que no dependen de nosotros (plazas hoteleras, por ejemplo) tambien limitan la capacidad.
3. ¿Con cuánto tiempo se organiza una marcha como ésta?
Cuando acabamos una edición, ya pensamos en la siguiente. En el equipo organizativo mantenemos una reunión bimensual, al menos. Cuando se acercan las fechas se intensifica el trabajo y las reuniones.
4. ¿Cuántas personas se necesitan para organizar una prueba así? ¿Todos son voluntarios?
En 1.998 éramos todos voluntarios. Y así ha sido hasta hace tres o cuatro años. Ahora hay ciertos servicios, o parte de ellos, que tenemos que contratar, porque desgraciadamente la gente va perdiendo ánimos, se cansa. El número total de personas, creo que rondará las 250.
5. ¿Por qué se decidió cambiar de recorrido hace pocos años? Antiguamente se subía Navafría primero y se bajaban las 7 revueltas al final.
La primera vez que se cambió fue por dar un aire nuevo a la prueba, por ver como resultaba "al revés". Posteriormente se pensó en hacer el recorrido en años alternos. Y en la última época no se termina bajando las "siete revueltas" de Navacerrada por recomendación de la Guardía Civil. Resulta extremadamente peligroso por la circulación que hay en el horario de la Marcha en ese tramo. Hay que recordar que en las marchas el tráfico es abierto y tambien que algunos participantes arriesgan demasiado.
Cartel de La Perico
6. Este año los aficionados al triatlón, hemos tenido que "sufrir" muchas cancelaciones los días previos a la competición por falta de permisos con los ayuntamientos de turno. ¿Cuál es vuestra relación con las autoridades a la hora de tramitar los permisos?
Lo cierto es que con nuestra Marcha las autoridades siempre han tenido muy buen trato, yo diría que excepcional, teniendo en cuenta las fechas en las que se celebra.
7. ¿Qué consejos podemos dar a todos los participantes que no hayan participado nunca en esta marcha? (por ejemplo, cuidado en las bajadas de puertos, que el tráfico está abierto)
El consejo principal es que todos entiendan que esto es una marcha cicloturista, no una competición como tal. Y por ello que no deben arriesgar para nada en cuanto a la posibilidad de tener un accidente. Hay bastantes que no lo entienden, pero yo creo que es más bonito ir con ciudado, echar una mano a otro participante que lo necesite y algunas cosas más, que esprintar por hacer un puesto, o correr riesgos en una bajada. Pedro Delgado lo explica muy bien en su página web.
Si sólo dependiera de mí, en esta marcha las clasificaciones se pondrían por orden alfabético, sin puestos, solo con mención del tiempo realizado, y con la categoría del diploma obtenido. Ya se que ésto no le gustaría a mucha gente, pero creo que va más con el espíritu del cicloturismo.
8. El número de mujeres me consta que se va incrementando año a año, ¿de qué porcentaje estamos hablando en 2015?
En 2015 han participado 52 mujeres, que representa un 2,4%. El record fué el año anterior con 76. Para nosotros es una buena cifra, teniendo en cuenta la dureza de esta Marcha. Pero es cierto que el número ha ido en aumento y tambien que siempre nos gusta tener una atención especial con ellas.
José Carlos, te prometo que el próximo año haré la inscripción en cuanto se abran, no me vuelvo a quedar yo sin participar en esta prueba a la que adoro por el perfil de la prueba y el excelente trato recibido.
9. Cuéntanos alguna anécdota graciosa que os haya pasado en alguna edición.
Hay un par de ellas referidas a temas "de pareja": como la de un participante que pidió que le pusiésemos más atrás en la clasificación porque hizo la marcha con una amiga y entraron juntos; no quería que "alguien" se pudiese dar cuenta. Todos los años hay alguna, que nos hace reír un poquillo, después de la fatiga que tenemos al terminar.
10. Una vez que se entra en meta, ¿qué nos sugieres hacer en Segovia?
En Segovia hay muchos sitios encantadores para pasar un buen rato. Yo recomendaría dos cosas: dar una vuelta nocturna por Zamarramala y una carretera que baja a la izquierda hacia la Fuencisla, con unas vistas preciosas, tambien de día. Y en el plano gastronómico, comer en Torrecaballeros, en La Portada de Mediodía, quizás el mejor sitio que hay en Segovia y sus alrededores, con un servicio y una comida dignos de mención especial.
Lo de que los ciclistas son jornaleros de la gloria, que no recuerdo quién decía hace mucho tiempo en la radio mientras retransmitian a grito pelao los demarrajes de Pantani subiendo el Tourmalet, es una verdad como un templo.
Para subirse a una bicicleta y hacerte tus setenta kilómetros un sábado por la mañana, cuando podrías quedarte bajo las sábanas tranquilamente, hay que tenerlos bien grandes, a lo caballo de Espartero. Para que luego encima nos llueva, nos toquen las narices los conductores de coches, el suelo esté resbaladizo… Un drama.
Aquí las peores siete cosas que le pueden pasar a un ciclista:
Cuando te dicen eso de “Joder, macho, ni que fueras a ganar el Tour de Francia”
Aquí la opción educada es encoger los hombros, mediosonreir, y farfullar algo del tipo “nah, eso es para los profesionales, yo con rodar un poquito los fines de semana, me conformo”.
Pero a mí, cuando me sueltan alguna de este tipo, me quedo con ganas de desahogarme fino finilipo: Pues no, mira, pero ya he ganado hoy más que tú: yo me he ganado el desayuno. Tú de grasa bien, ¿no? Aquí se puede meter algún insulto que incluya a familiares directos, pero eso ya depende de lo valiente que seamos.
Que te hagan drafting cuando no está permitido
En los entrenamientos podría ser un "que chupen rueda y no te den relevo". Pero la cosa es tener esa sensación de que se están aprovechando malamente de ti. Yo lo llevo fatal. Recuerdo que en el Altriman de 2014, que sufrí lo que no está escrito, un fulano se me pegó los últimos diez kilómetros y solo quería bajarme de la bici para ponerle a parir, por muy francés que fuese y no me entendiese una miierda. A ver. Dos opciones. O frenas en seco y dejas que el fulano pase, o tiras y tiras y tiras y tiras hasta que le sacas de rueda o tienes que bajarte de la bici a recoger tus pulmones desangrados.
El pinchazo en la salida a cuchillo
Te levantas pronto un día que no toca trabajar, te pones tu mejor coulotte y tu mejor maillot, gafas de sol despampanantes y plantas el sábado más feliz que una perdiz con la gente de tu club, pensando que ese es tu día, que vas a partir la pana, ir más rápido que nadie… Y vas y pinchas. Y tienes que mancharte las manos y hacer esperar al grupo que pone caras de circunstancia mientras pasan uno, dos, tres, cuatro minutos y tú te mueres de vergüenza y de cabreo. Después de eso, las piernas no tiran, te cuesta ir a rueda, no paras de darle vueltas al coco y vuelves a casa cabreado y con el rabo entre las piernas.
Te quedas corto de ropa
Asomas la cabeza por la ventana y hace sol maravilloso, de esos de hacerle una foto y subirla a instagram. Te vistes de verano, con tu maillot corto más bonito, silbas, vas feliz.... Sales a la calle… y hace un frío de mil demonios. Y empiezas a pedalear pensando que en cinco minutos se va a pasar, pero no. A los cinco minutos lo que tienes es un frío que te cagas, y sólo te quedan tres horas por delante. A sufrir, no queda otra. Habrá que ir lo más rápido posible.
Te pierdes
¿Dónde carajos estás? Si vas solo, lo suyo hubiera sido hacer caso a nuestros trucos para salidas en solitario, pero si vas en grupo… ¿cómo carajos te has perdido? ¿te dieron el palo, sacaron de rueda, y ahora estás en un punto indeterminado en medio de la nada? No queda otra que asumir la derrota y volver a casa por el camino más corto. Si tienes que preguntar, pues preguntas.
¿Cómo que no funciona? ¿Cómo que no ha guardado esta pedazo de salida que me he marcado hoy? Eh, que había hecho casi 3.000 metros de desnivel! Que he sido el mejor del club! Cómo puede ser que las redes sociales no vayan a asombrarse de esta magna hazaña ciclista mía!
Pues no, querido. A veces el GPS nos la juega. Siempre te quedará subir el entrenamiento o la prueba a mano…
Hay una serie de mentiras jamás contadas que irán con un ciclista a su tumba. Todos conocemos a alguien que las usa casi a diario entre sus amigos o con su pareja, eso sí, nosotros de esto nada de nada ;)
Vuelvo en dos horas
De eso nada, ese día te toca tirada larga y en dos horas no has empezado ni a calentar. Además como no tocan series aprovechas para zamparte un mollete con “pringá” para contrarrestar tanto entrenamiento con lo que la mentira es doble, una por las horas que estás fuera y otra porque te has saltado los consejos del médico que te dice que el colesterol lo tienes por las nubes. Te pillan rápido porque traes en el maillot una mancha de aceite que no sale ni con el karateka de “wiip express”.
Eres el que compra más barato del mundo
Esta mentira me encanta. Te compras unas ruedas de 1500€ o un cuadro por 3000€ y le dices a tu mujer que te ha costado menos de la mitad. El problema viene cuando tu chica decide hacer deporte , o triatlón como en mi caso, y quiere comprar también una bici igualita que la tuya, por supuesto con esos perfiles y esos diseños tan chulis. Y como es tan barata…
Acabo de llegar al bar
Toda salida, por supuesto, termina en el bar. Tu mujer está totalmente convencida que terminas con la bici y que te paras lo justo para tomar una caña y directo a casa a comer.
Pero eso no es así, y lo sabes. Cada uno es experto en su mejor mentira, y ésta la verdad es que me encantó cuando me la contaron. Le dices a tu mujer que sales para 4 ó 5 horas, pero de eso nada. A las 3 horas, como mucho, estás en el bar, a dos calles de tu casa y empiezas a beberte tus cervecitas con los amigos.
Pero eso no es todo!!! Antes de que tu mujer te llame porque ya vas tarde y es la hora de comer, le llamas tú, y le dices “gordi, que acabamos de llegar al bar, una cervecita y subo a comer, un besito, te quiero” y ya llevas 14 cervezas!!!!!
Foto: QH Press
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He comprado en china, pero son originales
Eso va bien para engañarte a ti mismo pero no al “friki” de tu grupeta que sabe más de materiales que el mismísimo Sr. Shimano. Crees que has hecho una buena compra cuando sabes de sobra que lo que único que quieres es que en tus ruedas ponga SLR o que el casco sea el del equipo Movistar. Y eso de que es “clavado al original” es relativo, al final te das cuenta que lo que debía ser pegamento de la NASA, en realidad es cola de “Art Attack” y en dos salidas te asoman unas rebabas amarillentas entre las uniones entre piezas con las que podrías untar una tostada.
La frase “Me tengo que comprar…”
Todos tenemos una bici, sus ruedas, su cuadro, todas sus cosas igualitas que las del resto de bicis del mundo, pero eso sería a los ojos de alguien que no entiende.
Si salen bicis de mtb de 29 pulgadas quieres una!! Y la quieres ya!! Aunque te hayas comprado tu súper bici nueva barata del punto 2 por sólo 1000€. Así que tocará decirle a tu chica: “cari, tengo que vender la bici, no va bien”
A lo que sigue “…me tengo que comprar…” . Porque está claro, es una necesidad, o mejor dicho, es una primera necesidad. Comerás sopa durante un año, pero te la tienes que comprar!!!
Y hasta aquí un pequeño popurrí de las mejores mentiras que he oído entre mis amigos ciclistas. Por supuesto no hablo de ti, lector del artículo, y no te preocupes que jamás diré cuál de ellas es la que tú haces. Jeje!!
Si tienes mentiras mejores escríbelas en comentarios y las compartimos!
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Sobre el autor de este artículo
Entrenador Nacional de Triatlón, Especialista en Larga Distancia y Rendimiento, Oficial de Triatlón (Juez), Biomecánico y Readaptador Deportivo. Ingeniero. ¿Necesitas un entrenador? Estaré encantado de explicarte cómo trabajo y así unirte a mi grupo de entrenamiento.