
¿Te sientes culpable por salir a entrenar?
¡Vaya título!
Yo también lo pensé cuando hace unos días Diego me sugería escribir sobre esto. Así que me parece que la pregunta era el mejor encabezamiento para lo que voy a escribir.
Es sencillo. Ese sentimiento de culpabilidad o egoísmo o como lo quieras llamar que a veces tenemos conscientes de que el tiempo que le dedicamos al triatlón (si es una afición) no se lo dedicamos a pareja, familia, otras aficiones y un largo etc. ¿Te suena?
Antes de seguir, he de decir que no voy a ofrecer ninguna fórmula secreta. Y si alguna vez te sientes culpable, ¡enhorabuena!
Empezaré con una anécdota. Hará unos 7 años… El triatlón ya lo petaba. Pero nada que ver con lo de ahora. Una compañera de trabajo me explicó que un día su pareja le dijo. “Hasta aquí hemos llegado. Te has casado con el triatlón”. Creo recordar que hablábamos, como entrenadores, de la sensación que teníamos de que hay gente a la que su hobbie se les va de las manos. Yo recuerdo que, en ese momento, pensé que contarme eso me parecía muy valiente. Vivimos rodeados de conversaciones sobre el tiempo que hace, el material que llevamos o la proxima competición. Pero no siempre conocemos mucho sobre la vida de los demás. Incluso de los más próximos.
En el extremo opuesto a esta anécdota, hay otros ejemplos de triatletas a los que conozco y conciden en señalar que una de las cosas más importantes y que más facilita su desempeño es que sus parejas comparten y comprenden su dedicación y el tiempo y esfuerzo que requiere.
¿Recordáis “La culpa fue del cha-cha-cha…” de Gabinete Caligari?
Vamos ya con la culpa. Aunque siempre se define como un sentimiento negativo, se trata de una emoción necesaria en nuestra adaptación. Sentir culpa porque el sábado o el domingo sales de casa 3, 4 o 5 horas en las que no estás con los tuyos quizá tiene una función. Hacerte pensar…
Si te ocurre alguna vez, ¡enhorabuena! Eso indica que estás viva o vivo. Y que dentro de la necesidad de entrenamientos que requiere tu objetivo, una "vocecilla" en tu interior te dice que te acuerdes de otros que también te necesitan.

¿Por qué digo enhorabuena? Porque estás más cerca de hacer los ajustes necesarios o los cambios en tu comportamiento para que tu ecosistema vuelva a estar en equilibrio. Lo que sea que quiere hacer contigo tu pareja o los peques o tus padres o un amigo es tan importante en tu vida como el momento en que entrarás en meta ese gran día.
Así que estás un paso más cerca de cambiar culpa por responsabilidad.
Así es. Esa es la palabra clave. Asúmelo. El triatlón quizá no era tu pasión hace tres o cuatro años. No ocupaba tu tiempo, tus pensamientos y el 40% de tu trastero o tu habitación. Así que si no has “preparado” a los tuyos para este cambio que has dado a tu vida de vez en cuando este sentimiento (quitémosle la etiqueta “negativo") a lo mejor asoma para recordarte que el equilibrio es una parte fundamental en tu rendimiento.

Algunos trucos:
- Responsabilidad con ese cambio que has dado a tu vida
Siempre que me entrevisto con una persona para planificar entrenamientos y después de edad, profesión, familia y biografía deportiva le pregunto por el tiempo disponible para entrenar. Y si la respuesta no me satisface respecto de sus objetivos, le pregunto:
¿A qué le vas a quitar tiempo para poder entrenar estas horas que faltan? ¿a estar con tu pareja? ¿con tus hijos? ¿a tu trabajo? ¿a dormir?
Alguna vez tuerce la ceja la persona que está delante, pero si no me responde bien a esta pregunta a veces no seguimos. Y lo cierro con “no seré yo el entrenador que desequilibre tu vida”
Con eso consigo este tipo de reflexión.
- Responsabilidad con tus otras facetas
A menudo se puede destacar en algo. A veces en varias cosas. En otras ocasiones el éxito pasa porque todas esas facetas avancen contigo. Posiblemente tu situación profesional ha requerido una larga carrera, formar una familia ha necesitado pasar algunos momentos difíciles e ir mejorando como triatleta a lo mejor supone quemar etapas de forma progresiva. Si eres responsable con todos esos roles en tu vida, el triatlón es uno de ellos y tu dedicación a él puede ir aumentando a base de aprender, mejorar, conjugar horarios, contar con ayuda de alguien o de un grupo, etc.
Si lo piensas, exactamente igual que ser un buen profesional o madre o padre ¿no?

- Tu pareja
Aquí sé que me meto en un jardín. Pero me encanta. Personalmente da un poco de pelusilla cuando escucho eso de que “si no tienes problemas de pareja es que no entrenas suficiente”. A lo mejor hay gente que le da “like” en facebook pero a mi personalmente me gusta más cuando veo una pareja disfrutar de su deporte juntos o cuando veo el súper abrazo en meta del que ese día está con los niños mientras él o ella corren. Si ese no es tu caso, no te dire que lo tienes chungo, pero tendrás que esforzarte un poco por entender que esa convivencia genial se construye de muchas formas. Dejo para otro post el concepto “conciliación y triatlón” pero dejo una pista ¿qué parte de la colada es ropa de entrenamiento? ¿quién se hace cargo? …
Lo que os decía, un jardín. Pero en otra vida seré jardinero…
En pareja no se trata de ser iguales, pero si de complementarse bien. Así que ¡explorad!
- Entrena "entrenando" y comunícate mejor
Este es un concepto que ya ha salido, pero vuelvo a ello porque independientemente de esta propuesta de cambiar “culpa” por “responsabilidad” es básico que mientras entrenes estés allí. "Entrenando".
Si esta sensación aparece en el entrenamiento es que algo en la comunicación con los tuyos puede mejorar. Si ya sé. Comunicación en la era de whatsapp da para tres posts más.
¿Sabes eso de salimos una hora “de tranqui”?
Lo has vivido seguro. Te lo dijo alguien en la grupeta de bici y se convirtió en tres horas con dos puertos de categoría especial y vuelves a casa más fundido que el queso de una pizza. Y tu pareja que te había dicho “haz como quieras, cariño, pero hoy comemos con mis padres”
Y llegas a casa y ya te imaginas en la mesa con tus suegros, junto a tu cuñado que no tiene ni idea de quién es Gomez Noya, y la cara de tu suegra mientras te duermes en los postres…
Algo ha fallado, y no siempre se le puede echar la culpa a la grupeta.
Si entrenando ya estabas pensando en esa “escena” mejor da la vuelta y cumple. Eso es responsabilidad. Si decides que aún así sigues en el entrenamiento dale pedales y después tendrás la ocasion de asumir de nuevo tu responsabilidad. Tener la mente en el entrenamiento es algo de lo que ya hemos escrito.

- Cuida tu ecosistema
Pareja, familia, hijos, … equilibrio.
Trabajando en la organización de algunas pruebas me encontré hace poco una cabra entre cuyos acoples había una foto de familia plastificada. Me pareció genial. Además reconocí en la foto al colega que llevaba a su familia frente a sus ojos pedaleando acoplado. Me sirvió para imaginar un montón de cosas. Supongo que en todas esas horas de entrenamiento “los tuyos” son muy importantes. Tanto que en ese momento de esfuerzo eres consciente de que ellos son los que le dan equilibrio a tu vida.
¿El triatlón? El triatlón por supuesto es una celebración de la vida. De esa vida.