Así nos contó Pablo Dapena su retirada
Pablo Dapena llevaba prácticamente dos años dándole vueltas a una idea, la de apartarse del triatlón profesional: con el trasfondo de las lesiones y la paternidad, no lograba encontrar el equilibrio que le llevase a reverdecer los éxitos de 2018, cuando se coronó en el ranking Challenge Family y dio el salto internacional.
Por desgracia para los aficionados, la decisión ya es firme. Él mismo lo ha hecho público en sus redes sociales. A sus 35 años el gallego, uno de nuestros mejores deportistas de media distancia y con una dilatada carrera, de más de dos décadas dedicadas al deporte, dice adiós.
Pablo Dapena
"Es ley de vida", nos cuenta en la entrevista exclusiva que pudimos mantener hace unos días con él, en la previa de la Gran Final de Pontevedra, y que podrás ver al completo esta tarde en nuestro canal de youtube. Explica que, como muchos otros, necesita encontrar un equilibrio en su vida. "Cuando tienes un niño y quieres pasar tiempo con él, al final la familia siempre es lo primero. En este caso es así".
"Tengo un hijo y esto no es contratar una asistenta y estar 24 horas y que ella cuide de él. Al final yo quiero pasar tiempo con el niño.", añade con emoción. Esta necesidad de estar con su hijo y el deseo de disfrutar de su vida ha llevado al que fuera Campeón del Mundo de Larga Distancia en 2018 a una reflexión sobre su carrera profesional.

La realidad de los profesionales del triatlón
"Estamos pensando que los profesionales viven por y para, y que están ocho horas trabajando en el entrenamiento, y no es así", comparte el de BMC Triathlon Team, haciendo hincapié en que, como el resto de los mortales, los triatletas también enfrentan complicaciones diarias. "Yo al final... tengo un sentimiento a veces de culpabilidad, de que estoy entrenando y no estoy pasando tiempo con mi hijo."
La mentalidad de Pablo es clara. Quiere encontrar un equilibrio, y eso puede implicar no competir de manera profesional. No obstante, la gran noticia para los aficionados es que tiene claro que se mantendrá unido al triatlón: "Igual me apunto a Pamplona y quiera correr, por ejemplo. O que vaya con el equipo que gestionamos aquí de Pontevedra, el Rías Baixas, y vayamos a competir en tercera división e intentar ascender a segunda división, por ejemplo."
Un futuro incierto pero apasionante
Eso sí, lo que tiene claro es que se acabó el competir de manera profesional e internacionalmente: "no voy a ir al campeonato del mundo de IRONMAN 703. Nunca me gustó, pero no voy a ir. No voy a repetir tampoco un mundial de larga, por ejemplo." Sin embargo, no descarta la idea de seguir entrenando y, si se presenta la oportunidad, competir por placer.
El mundo del triatlón ha sido testigo de la evolución de Pablo, desde aquel joven nadador con "piernas gordas" hasta convertirse en un referente. Al recordar su trayectoria, tiene clara cuál es la carrera con la que se queda, y curiosamente, no es la que más atención mediática le trajo, el triunfo en Fynn: "El segundo puesto de aquí en Pontevedra es el que más he disfrutado".

El legado que deja
Con una carrera que comenzó en la corta distancia, compitiendo desde 2013 a nivel internacional, una lesión en 2016 frenó su proyección. A la vuelta, probó la media distancia y demostró un potencial único.
2018 fue, de lejos, su año más prolífico y cargado de triunfos, ya que se coronó en Challenge Gran Canaria, Challenge Peguera Mallorca o Challenge Lisboa, además de su triunfo en tierras danesas en el Campeonato del Mundo de Larga Distancia.
Esta victoria, unida a la clasificación en el Challenge Family, le llevaba esa temporada a firmar por BMC Triathlon Team, equipo por el que han pasado figuras como David McNamee, Chelsea Sodaro o Emma Pallant.
La pandemia y las lesiones ponían freno a la proyección, y aunque aún le quedan dos carreras por delante, Challenge Peguera Mallorca e Ibiza Triathlon, tras ese 22 de octubre diremos adiós a uno de los más relevantes triatletas de la última década.