
La verdad sobre las súper zapatillas con placa de carbono
¿Quién no ha hablado en los últimos meses de las zapatillas con placa de carbono con sus compañeros de entrenamiento? Es más: ¿quién no se ha planteado comprar un par, independientemente de sus ritmos?
Hoy queremos arrojar un poco de luz sobre una nueva categoría que ha entrado con fuerza en el vocabulario de los runners: las súper zapatillas. Practicamente todas las marcas han lanzado, o están a punto de lanzar, sus modelos, y en el mundillo especializado comenzamos a referirnos a ellas con este término, súper zapatillas.
La idea que subyace es dar importancia a ese alocado rally que ha habido, con urgencias, para no perder una cuota de mercado con la que Nike amenazaba con quedarse completamente desde que salieron sus Vaporfly 4%.
Caracterizadas por espumas de alta tecnología, placas de fibra de carbono, alturas de la suela que dan vértigo y un rocker muy pronunciado, se han reescrito los libros de estilo del running. Pero, ¿qué sabemos realmente? ¿Hay algún inconveniente en las ventajas de rendimiento propuestas?
¿Qué tecnología utilizan exactamente las zapatillas de placa de carbono?
Hagamos un resumen inicial básico: la tecnología se supone que es superior a la de una zapatilla tradicional, con una placa rígida de fibra de carbono (con variaciones entre marcas), que ayuda a la espuma a comprirmirse y expandirse más rápidamente.
A efectos prácticos, lo que han demostrado en las pruebas de laboratorio es que esta reactividad ronda el ochenta por ciento, el nivel más alto jamás registrado.

Estabilización del tobillo
Una consecuencia de la utilización de la placa de carbono es que ayuda a estabilizar el tobillo del corredor, reduciendo la fuerza de rotación y disminuyendo la carga de trabajo de los gemelos. Esto, en última instancia, supone mantenerse frescos durante más tiempo durante la competición.
Pero hay otro aspecto más importante: la recuperación es más rápida, lo que permite que de entrenamiento a entrenamiento no haya tanto daño muscular.
Menos pérdida de energia
El apoyar el pie de manera estable sobre la placa de carbono facilita que al pisar, no se disperse la energía que viene de la pierna. Esto supone que los vatios generados sean realmente los que impactan contra el suelo y nos impulsan hacia arriba y adelante.
Salvando mucho las distancias, esta características sería similar a la que se vive en las Specialized S-Works ARES, que han diseñado la sujección del empeine de tal manera que no hay pérdida de vatios en el empuje del pie contra el pedal.
¿Es cierto el ahorro del 4%?
Sí, ya hay varios estudios que estiman que el beneficio por el uso de la placa de carbono ronda ese porcentaje (mínimo dos por ciento). También está demostrado que las zapatillas con placa de carbono ayudan más a mujeres que a hombres.
De todas maneras, merece la pena darle una vuelta a este aspecto. Si has corrido un maratón, sabes que una mejora de un cuatro por ciento no son segundos, son varios minutos, algo que sin la placa supondría años de entrenamiento.
No en vano, JuanP Vázquez hablaba recientemente de que gran parte de los récords del mundo de media y larga distancia se han batido con modelos con placa de carbono, lo cual pone en tela de juicio si las mejoras han sido endógenas o exógenas.
No obstante, de cara a los populares este debate es lo de menos: lo importante es alcanzar la meta en el menor tiempo posible, y dentro del marco legal. Y en este sentido la World Athletics ha sido clara: la placa de carbono es válida.
Nosotros mismos, en una de nuestras últimas reviews, pudimos comprarlo en primera persona: casi trece segundos de mejor por kilómetro en un test.
Geometría radical
Otro punto importante de esas súper zapatillas de placa de carbono es la geometría completamente disruptiva con la que cuentan: casi todas se caracterizan por tener un gran rocker, además de por una altura de suela de varios milímetros más que las zapatillas tradicionales.
¿Qué es el rocker de una zapatilla?
El rocker que comentamos, tan pronunciado, no deja de ser la curva que la zapatilla hace con respecto a la horizontal del suelo. En estas súper zapatillas de placa de carbono este rocker tan importante, que casi llega al balanceo, ayuda principalmente a asegurar una buena transición de la zancada.

Tipo de espuma utilizada
El EVA, la espuma que utilizaban prácticamente todas las zapatillas en los últimos años, queda atrás. En las de placa de carbono se opta por compuestos híbridos, o por nuevos materiales más técnicos como el PEBAX.
Este elastómero termoplástico facilita la reducción de peso de la zapatilla (es de gran ligereza), y la reactividad de respuesta ante la presión de la placa de carbono.
Sería por ejemplo la tecnología que estaría detrás del famoso ZoomX de Nike.
Reducción de pérdida de energía
Emily M. Farina, del Nike Sport Research Lab, publicaba en julio de 2019 un estudio que confirma que la placa de carbono reduce la pérdida de energía sin tener que incrementar la demanda del tobillo.
Esto, a efectos prácticos, supone una considerable reducción de la fatiga, que a la postre en carreras de larga distancia es el atributo más revelador de la importancia de la placa: si se mantienen los ritmos más tiempo, y la depurada técnica de carrera de los profesionales, es más sencillo alcanzar ritmos antes no alcanzados.