
Tim O'Donnell tras lograr el slot para Kona: "Me he replanteado mi vida, me lo he cuestionado todo"
La vida de Tim O'Donnell cambió el pasado 12 de marzo de 2021. Aquel día, durante la disputa de Challenge Miami, el mismo que encumbró a nivel internacional a Sara Pérez, el norteamericano sufría un microinfarto durante la disputa del segmento ciclista. Pese a las malas sensaciones, fue capaz de terminar la carrera, y solo supo al hacerse las pertinentes pruebas el grave trance por el que había pasado.
Comenzaba entonces un periodo de recuperación, de convalecencia, que le ha tenido más de un año sin competir, siempre apoyado por Mirinda Carfrae, su esposa. Junto a ella volvió a enfundarse el trimono, en Couples Championship, aquella prueba promocional en la que solo se podía competir por parejas.
Tras ver que la normalidad había vuelto a su vida, daba inicio el proceso de reincorporarse progresivamente a la competición: el pasado 22 de mayo se hacía con la sexta plaza en IRONMAN 70.3 Chattanooga, y este pasado fin de semana, por fin, volvía a la larga distancia.
Fue en IRONMAN Des Moines, en Iowa, donde una tercera plaza por detrás de Matt Hanson, ganador, y Andre Lopes, segundo, le daba acceso directo al próximo Campeonato del Mundo de IRONMAN, el de octubre en Kona.
Allí podrá tratar de revalidar el segundo puesto logrado en 2019, último año en que la prueba tuvo lugar.
"Ha sido bastante guay volver al ruedo de nuevo", ha explicado en su último vídeo en Youtube. "Hacía dos años y medio que no hacía un IRONMAN, y casi se me había olvidado lo que duelen, especialmente cuando pasas tanto tiempo alejado de esto, porque las piernas pierden esa dureza y cuesta seguir, especialmente durante la última mitad de la maratón".

Líder durante la natación y gran parte del ciclismo
Comenzaba la carrera con sus 3'8 kilómetros nadando, en los que Tim, junto al sueco Jesper Svensson, lideraban la carrera. "Me lo he pasado muy bien nadando", comenta.
"Me he sentido muy bien tanto en el agua como en el segmento ciclista, todos hemos ido fuertes". En este segundo segmento, aunque Matt lograba darles alcance a Jesper y a él, Tim volvía a recuperar las sensaciones de antes del incidente en Daytona, logrando completar los 180 kilómetros en 4h12'11".
La dureza de la carrera a pie
Sin embargo, a partir de ahí llegaba el viacrucis para el triatleta nacido en Shavertown hace 41 años. "He corrido bien unos 20 o 21 kilómetros", explica, "y luego se ha convertido en una carnicería para mí".
Según explica, llegada a esa mitad de la carrera, se ha visto obligado a caminar. "Me he replanteado mi vida, me lo he cuestionado todo", se sincera. "No estaba preparado para la humedad de Des Moines, y para ser sincero, no tengo el volumen de carrera a pie que tendría normalmente antes de un IRONMAN".
"Pero no pasa nada, porque mi objetivo era conseguir el slot para Kona y por suerte, con la natación y la bicicleta que había hecho, me alejé tanto de los rivales -hasta quince minutos de ventaja llegó a tener-, que pude cagarla durante la segunda mitad de la maratón y aún así conseguirlo".

Hay que tener en cuenta que Matt Hanson no contaba para la pelea por el slot, ya que éste lo había logrado en St. George gracias a su puesto décimo tercero. Así que el margen de maniobra era amplio.
Según explica, anduvo hasta el kilómetro 34 -donde aún contaba con una amplia ventaja con respecto a Matt Russell, quinto clasificado-. "Entonces un buen amigo me dijo «¡sigue adelante!» y continué hasta el siguiente avituallamiento, me eché agua helada, y pensé «venga, vale, a correr»".
"No fui rápido, pero todo lo que tenía que hacer era trotar. Y estoy orgulloso de haber seguido corriendo, especialmente por mi familia, que estaba allí, porque hubiera sido una mierda ver que la oportunidad se me escapaba de entre los dedos".