
"Tú y yo no podemos ser más diferentes entrenando": el comentario de Jan Frodeno que cambió a Lionel Sanders
"Estando en Miami y después de que publicase todos esos videos sobre el entrenamiento que estaba haciendo y cómo estaba periodizando, Jan me dijo 'tú y yo no podemos ser más diferentes entrenando' y aquello me dejó perplejo".
Así comienza el último vídeo de Lionel Sanders colgado en su canal de Youtube, donde acumula algo menos de 140.000 seguidores.
El canadiense, que en los últimos meses ha comenzado a guiarse por las instrucciones de Mikal Iden, hermano de Gustav Iden, ha vivido las últimas temporadas al albur de las sesiones de entrenamiento que más le gustaban, sin plantearse si pueden ser las adecuadas o no.
Tal como cuenta a lo largo del vídeo, recordando una anécdota en la Collins Cup, en la que Mikal le puso en duda que realmente entrenase de la manera que contaba en Youtube, "claro que lo hago, hago lo que me gusta, aunque no sepa lo que esté haciendo".
La "extraña" relación con el sufrimiento
Otro aspecto sobre el que Jan llamó la atención a Sanders en una de sus últimas conversaciones, era cómo afrontaba el sufrimiento, algo que trata de cambiar en los últimos meses.
"Una cosa que estoy aprendiendo con este nuevo plan de entrenamiento es que solía gustarme glorificar el sufrimiento, en plan que un buen entrenamiento, o una buena carrera lo era en función de cuánto había sufrido, y no sé si eso es una medida adecuada".

Desde el punto de vista de Sanders, solo había una manera para considerar que iba en la línea correcta: la de tener la sensación constante de estar sufriendo. Sin embargo, tras el comentario de Jan se ha dado cuenta de que necesariamente no tiene que ser así.
"Si puedes ganar un título mundial sin destrozarte físicamente, creo que no hay nada malo en eso", reflexiona.
"De hecho los últimos títulos mundiales se han ganado sin sufrir mucho, si no más bien en el hecho de que no había nadie para desafiar a los ganadores, Gustav y Jan".
"Así que no necesitas sufrir para ser bueno", continúa, aunque recuerda otra frase que Jan le dijo, y que considera muy importante en el rompecabezas de la planificación: "Pero sé que soy bueno sufriendo", según le confesó el alemán.

En esta línea, Sanders es consciente de que "cuando llegue el momento de sufrir, has de tener la confianza en ti mismo suficiente como para que cuando aparezca un rival que pueda desafiarte en una carrera, tengas esa capacidad para sufrir".
"Pero no necesitas sufrir todos los días", concluye.
Cambio en el modelo de entrenamiento
"El año pasado no haría este entrenamiento", relata el de Canyon poco antes de comenzar una sesión de carrera a pie. "El año pasado solo entrenaba o muy fuerte, o muy suave, y nunca llegaría al umbral aeróbico".
En este último año, después del comentario de Jan Frodeno, no solo han cambiado los ritmos de entrenamiento y las tipologías de sesión: también los horarios, sobre todo en la carrera a pie: Sanders ha pasado a tener las sesiones de carrera a pie a primera hora de la mañana.

Pese a que se nota más cargado que habiendo dejado pasar más días, a medida que avanza la sesión y llegan los bloques de intensidad, es capaz de llegar a ritmos más altos.
"Hace dos semanas y media hicimos un test de lactato y sé que estamos en las intensidades correctas para obtener los resultados que queremos y para que haya cambios día a día", explica a cámara.
"Entrenando por la mañana, cuando aún estoy fresco, sabiendo que la fatiga juega su papel a lo largo del día".
¿Favorito en St. George?
A punto de comenzar una sesión de natación, Talbot Cox, cámara en mano, le pregunta a Lionel algo que está en la cabeza de todos los aficionados: "¿crees que estos ritmos a los que estás entrenando te harán ser favorito en St. George?".
"Hay que tener fe en el sistema", responde. "Tienes que escuchar a tu entrenador, y tener fe en lo que dice".
"He hecho lo mismo durante diez años seguidos, que es nadar lo más fuerte que puedo cada vez que me meto en el agua, y aunque te ayuda a mejorar, hay un techo para eso".
"Puedes ser un nadador decente, pero hasta un punto", continúa, "y yo llegué a ese punto".

"Cuando empecé a nadar aquí el año pasado, discutía todo el rato con el entrenador". Según explica, David Tilbury-Davies, su anterior entrenador, le insistía constantemente en bajar el ritmo. Sin embargo, el que fuera segundo clasificado en el Campeonato del Mundo de IRONMAN de 2017 no le hacía caso.
"Hasta que comencé a entrenar suave", explica. "Y aunque vi mis peores tiempos en la piscina, logré mis mejores tiempos en competición".
"Luego llegó Mikal y me dijo 'aún tienes margen de mejora, tenemos que medirlo con los test de lactato', creo que la combinación de estos dos factores me llevarán a mejores tiempos que en el pasado".