
6 trucos para entrenar en la cinta de correr con éxito
No existe en el mundo cinta de correr que iguale los beneficios de hacer deporte al aire libre. La ciencia ha llegado a demostrar que entrenar en exterior puede ayudar incluso a luchar contra la ansiedad y la depresión. Por desgracia, hay veces que no es posible: correr con viento, lluvia o frío elevado puede ser un auténtico suplicio.
Por ello, hay atletas que deciden comprar una cinta de correr o acudir a un gimnasio cuando las circunstancias así lo demandan. Entre los beneficios de entrenar en cinta de correr están hacerlo independientemente del tiempo, un menor impacto en las articulaciones o el ahorro de tiempo (salir de casa, desplazarte, etc...).
Atletas de clase mundial de como Mo Katir, Eneko Llanos, Lionel Sanders o Jakob Ingebrigtsen se dejan ver a menudo sobre el tapiz rodante. Si es tu caso o si ya te estás planteando subirte a una cinta cuando llegue el mal tiempo, ahí van 6 trucos para que cada uno de tus entrenamientos en cinta de correr sean un éxito.
No olvides calentar
La percepción del esfuerzo (basada en la Escala de Borg) suele ser menor en la cinta de correr. Esto se debe, entre otras cosas, a la inercia del tapiz rodante o un impacto menor. Esa mayor "comodidad" puede hacer que nos olvidemos de llevar a cabo un calentamiento adecuado.
No olvides nunca calentar antes de entrenar en cinta de correr, al igual que lo haces cuando corres al aire libre. Trabajar la movilidad, activa tu musculatura y aumenta el ritmo de manera progresiva.
Corre con una pequeña inclinación
Lo ideal para entrenar en cinta de correr es hacerlo con una inclinación de entre 1 y 2 por ciento. Dado que no existe resistencia al viento en interiores, una subida suave simula mejor la carrera al aire libre.
Ten en cuenta que, correr con una inclinación en cero es en realidad como correr cuesta abajo: ¡muy fácil! No obstante, si eres principiante, puede pasar esta regla un poco por alto hasta que desarrolles una mejor forma física y te encuentres más cómodo.

No agarres el pasamanos
El pasamanos es una medida de seguridad, no una herramienta a la que agarrarte mientras corres. Eso sólo comprometerá tu forma de correr (técnica de carrera) y provocará dolores en cuello, hombros y espalda.
Además, también reduce la carga que soportamos, por lo que correr se vuelve más fácil. Puede ser una estrategia tentadora, pero cuando salgas a correr ahí afuera, no tendrás un pasamanos al que agarrarte.
Usa el pasamanos únicamente para ayudarte a la hora de subir y bajar, hacerlo de manera segura. Si, durante la carrera, tienes la necesidad en algún momento de agarrarte a ellos por miedo a caerte, es probable que estés yendo a una velocidad demasiado elevada para ti.
Familiarízate con los ritmos antes de comenzar
La gran mayoría de cintas de correr registran la velocidad en millas por hora o kilómetros por hora, en lugar de un ritmo de carrera en minutos por kilómetro (min/km), al que estamos acostumbrados los atletas.
Por ello, es importante que tengas claro cómo se traducen esos números antes de empezar a entrenar en cinta de correr. Por ejemplo, 12 kilómetros por hora equivale a cinco minutos por kilómetros (5:00 min/km. Existen calculadoras que hacen los números por ti.

No mires hacia abajo
Es difícil no dejar caer la cabeza para controlar el tiempo, el ritmo o la distancia en la consola. O para ver si nuestros pies siguen en su sitio (obvio que sí). El problema es que esto modifica bruscamente tu postura: te encorva y puede provocar dolor de espalda y cuello.
Está bien hacer un repaso rápido a los datos o comprobar si nuestros pies se han acercado demasiado a la parte delantera, pero trata siempre de mirar hacia arriba como lo harías normalmente para mantener una buena forma de correr.
Presta atención a tu técnica y a tus zancadas
La cinta de correr tiene un gran ventaja frente al entrenamiento en exteriores. Dado que no necesitamos prestar tanta atención a nuestro entorno, podemos concentrar esos esfuerzos en nuestra técnica de carrera.
Trata de fijarte en tu técnica y tu zancada (algunas gimnasios tiene espejos en frente o en alguno de los laterales de sus cintas). Asegúrate de llevar una buena cadencia, elevar la cadera y trata de no entrar de talón, lo que a la larga puede acabar siendo lesivo.